Guest User
August 16, 2023
Cuando llegamos nos atendió el dueño, parecía una persona simpática. A ver por dónde empiezo... Vaya por delante el dato de que tengo problemas cardiacos. Las mosquiteras del piso no subían, por lo menos las del salón, encima de la mesa principal hay un detector de humos y justo en la puerta de al lado está la cocina. Encendí la cocina para asar carne y al estar todas las sartenes quemadas, el aceite enseguida empezó a despedir humo, la alarma del anti humos tardó en sonar unos 10 segundos. Abrí las ventanas de toda la casa y en cuestión de segundos llegó el dueño, aquí empieza la película de miedo. Ni en El Resplandor había visto algo así. Llegó completamente fuera de sí, histérico. En vez de preguntar qué había pasado se puso a gritar fuera de control que le íbamos a quemar la casa, exigiendo en pleno ataque de ira que abriéramos las mosquiteras (no subían) entonces, cuando YA se había apagado el detector, este personaje ARRANCÓ la mosquitera del salón y la lanzó a la calle, con la barra de aluminio y todo. En mi santa vida había visto algo así. A mi el corazón se me salía del pecho. Un tío había entrado en la casa violando nuestra intimidad, a punto de agredirnos. En ese momento entra la mujer, algo más mediadora. El tipo seguía a gritos diciéndome que me CALLARA, todo esto a gritos, con la vena del cuello hinchada y como un verdadero ataque de locura. Increíble, un espectáculo dantesco. Le dije que no tenía ningún derecho a todo aquello, yo ya le había pagado, y el tipo me contestó literalmente que como si le hubiese pagado 500€ que la casa era suya y hacía lo que le daba la gana, que aun le teníamos que dar gracias por haber arrancado la mosquitera. Increíble. Pasé la noche con medicación, temblorosa y al día siguiente me tuve que volver a mi ciudad. Para tener un negocio hay que saber tener talante.
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