Hotel El Rosal de Cudillero

Hotel fantástico. La estancia ha sido estupenda. El personal es muy profesional y amable. Te dan muy buenos consejos para visitar Asturias. Te sientes en familia con ellos. El hotel combina el encanto de una casona indiana con las características de un hotel moderno. Buen desayuno. La carta para la cena es escueta pero de muy buen calidad.

Un hotel de ensueño con varios espacios para tomar algo fuera, parking gratis, el personal muy atento y con simpatía, las estancias cuidadas con mucho mimo y gusto, la habitación con cama de matrimonio una pasada de bonito, coqueto y acogedor, 4 días que nos ha hecho desconectar, ah¡¡¡ y el desayuno todo casero excepcional vamos que ningún pero. Lo recomendaría, Muchas gracias a todas por hacer la estancia tan idílica

De camino A Coruña, noche en familia en el hotel El Rosal . Las instalaciones son de 10, hab amplias, limpias y el baño grande limpio y con plato de ducha. Desayuno riquísimo con producto casero y de calidad. Mi coche es híbrido enchufable y por cortesía de la casa batería llena al día siguiente, un detalle a tener en cuenta. En fin experiencia para repetir.

Empezamos fatal... No está bien indicado el parking y entramos por la puerta principal. A pesar de que pregunté un par de veces si tenía que mover el coche, me dijeron que no hacía falta que podía hacerlo más tarde. Pasados de 10 minutos, nuestros amigos pasaron a por nosotros y no pudimos mover el coche. Cuando llegamos nos esperaba LA BRONCA. Pedí disculpas 3 veces, explicando el por qué no pude mover el coche (he decir que no bloqueaba ninguna entrada ni salida) pero no fue suficiente, además poniéndonos en evidencia delante de todo el mundo (parecía el colegio) y tuve que aguantar malas miradas y comentarios por los siguientes días... Falta de educación absoluta, falta de empatía, por las mañanas damos los buenos días y ni nos contestaban ni miraban. Muy mala educación y falta de respeto. Por supuesto no volveremos ni recomendamos el hotel.

Fantástico hotel pequeño, antigua casa de Indianos restaurada con mucho gusto, respetando las maderas originales con materiales de alta calidad. Ubicado en la parte alta de cudillero, hay que coger el coche para bajar hasta el pueblo pero vale la pena. Cogimos una junior suite con los niños, espaciosa, luminosa, camas muy confortable king size y el sofá cama muy cómodo. Desayuno buffet a la carta de productos de mucha calidad, jamón de recebo, zumo naranja natural, yogurt casero, creps… fabuloso. Tiene unas fantásticas terrazas y 2 salones interiores para tomar algo con una carta reducida para picar algo. Personal muy profesional y amable. Un hotelazo aperturado en 2023 que en unos años se pondrá prohibitivo