Hotel Pax Casona del Busto

Es una casona del siglo XVIII rehabilitada con mucho respeto a los materiales originales. Han conservado una pared de entramado de avellano, conocida en Asturias como cebatu, preservándola con un cristal que se ve al subir la escalera. El desayuno es en un patio con suelo y pilares de piedra, con una tranquilidad absoluta. Tiene solo dos plantas: las habitaciones están en la parte superior en torno al patio, que se ve a través del corredor de madera acristalada tan típico de las construcciones asturianas. Parece ser que la casa, cuando era propiedad de la familia Busto, alojó a Jovellanos (hay unas fotografías en las paredes con la descripción que hizo el político gijonés). El personal, dos mujeres, encantadoras; una de ellas te recibe en el desayuno personalizándolo, este momento te hace empezar el día con ganas.

Sinceramente espectacular…el hotel lo han reformado con mucho gusto, las habitaciones son comodisimas! Respecto al personal han sido super amables, muy atentos en todo momento… hicimos una reserva de última hora para 3 noches y todo fue de 12 desde que llegamos! El desayuno muy completo incluso con dulces de la zona que se agradece muchísimo…si tuviera que mejorar algo de mi estancia habría sido el café 😅 sin duda volveremos!🫶🏻

La casona es muy bonita y con una larga historia, las personas que nos han atendido todas encantadoras, la comida sencilla, casera, bien cocinada y abundante, con posibilidad de repetir e incluso de cambiar el plato por otra cosa el que lo ha necesitado, A destacar el pote asturiano y la fabada (foto). En cuanto a la bebida decir que el vino (jarra a granel) era muy muy malo y con el inconveniente que no tienen ningún tipo de bebida ni pagándolo fuera de la pensión completa contratada, ni cerveza, ni refrescos, ni vino, ni nada, solamente café. Me parece una pérdida de negocio no tener esos ingresos extras. La habitación estaba bien, limpia decorada, el colchón algo blando o quizás pasado, único malo no había wifi salvo cerca de la puerta de la casa y eso que había un router justo enfrente de mi puerta. La ubicación permite moverse por Asturias con facilidad e incluso hay tren a 8 minutos andando.