Hotel Riopar Spa

Situado en un lugar tranquilo y sin ruidos lo que permite un buen descanso. Las camas, sin grandes pretensiones, son cómodas y aparte de la almohada que se encuentra puesta en ellas en el armario hay otras distintas para que utilices la que más cómoda te resulte. No hay problemas para aparcar en la zona o en el mismo hotel y por otra parte su ubicación permite la visita a los sitios más interesantes de la zona sin tener que realizar grandes desplazamientos.

Muy amables durante nuestra estancia: abrieron el hotel antes de la fecha que tenían prevista sólo para alojar a nuestro grupo de montaña y, el día de nuestra partida, nos permitieron dejar los enseres en una sala comunitaria hasta la tarde, cuando iniciamos el viaje de regreso a nuestras casas. La recepción no es 24 horas, por lo que si vas a llegar al hotel después de las 22:00 tendrás que teclear el código numérico que abre la puerta del portal y tener en tu poder la llave de tu habitación. Nos alojaron en la habitación 203: amplia, limpia, con balcón y buena calefacción. Sin ruidos exteriores nocturnos, aunque sí escucharás los que hagan tus vecinos. El desayuno, que comenzaba a las 08:00, incluía: café con leche o similar (te lo sirven en la barra del bar, se puede repetir), zumo de naranja (en jarras de vidrio), pan (hay tostadora), huevos cocidos, bollería casera (que compran en la panadería), queso, fiambre...

El hotel está bien por el precio que pagamos 50€ por noche en habitación doble. La habitación es grande y el cuarto de baño completo con secador y dispensador de jabón, eché en falta una silla en la habitación y en el cuarto de baño un espejo de aumento. Tiene calefacción que encienden desde las 7 de la tarde hasta las 7 de la mañana aproximadamente, en época de mucho frío se quedará corto ese horario. También tiene terraza, aire acondicionado y una pequeña TV a la que le faltan muchos canales. Las almohadas son malas y bajas. El papel higiénico lo ponen con cuenta gotas, te dejan sólo un rollo y el papel es muy fino, tuve que pedir otro. El desayuno costaba 7,5€ por persona, lo pagamos por no salir del hotel para desayunar y poder hacerlo pronto ya que abre a las 8:00, es un precio excesivo para la variedad de buffet que tiene: zumo de naranja bastante ácido, tostadas, galletas tipo María, bizcocho y croissants de chocolate, todo industrial, también fruta, mermelada de melocotón y fresa, mantequilla, tomate en botecitos, aceite de oliva, huevos cocidos, jamón York y queso. De bebida el café con leche lo sirven los camareros, no nos gustó el sabor del café. Una pena que el spa estuviera cerrado, no pudimos disfrutarlo, debería de estar abierto en invierno ya que es la mejor época para estos lugares. Por lo general, hotel rural y tranquilo.

Del hotel nos encantó todo, desde la ubicación al diseño tan acogedor. La habitación y el baño amplios, camas cómodas y todo muy limpio. El trato del personal fue excelente. Usamos el spa que es una maravilla.