Hostería Suiza - Ex Casita Suiza

Fomos muito bem atendidos em todos os momentos de nossa estadia.

Es una buena opción si querés estar bien céntrico, cerca de todo. El hotel es cómodo pero un poco antiguo. La habitación es bastante fría. Y la ducha sale MUY caliente.. cuesta encontrar el punto justo con la fria para bañarse cómodamente. Desayuno está bien, pero siempre lo mismo. Personal muy amable

Qué decir! Nos pareció cómoda la ubicación, y lo es. Nos parecieron muy amables quienes atienden el front desk, y eso es cierto. Coincidimos con la opinión que dice que por el mismo precio (y reitero: el mismo precio) hay lugares muchísimo mejores. De hecho, estamos hospedados ahora en una habitación con vista al lago por la que pagamos lo mismo en un hotel 3 estrellas... Las "penurias" pasadas en esta hostería que no es como se ve en las fotos (y a las que les creímos) son variadas. La más incómoda fue que en la habitación 8 -una cueva al final de un pasillo que daba (literalmente) a la pared del vecino - el baño no tenía ventilación. El vapor de la ducha se esparcía por toda la habitación, empañando vidrios y placares y dejando toda la ropa húmeda.Tampoco podía regularse bien el agua caliente, es decir, o te pelas como un chancho o te morís de frío. La habitación pequeña e incómoda: la mesa de luz no deja abrir la puerta del placard, o sea, hay que ponerla de canto para que se pueda. La ventana es de una precariedad increíble: el de la habitación de al lado abría o cerraba la puerta y la vibración parecía que la sacaba de la guía. El olor a comida del restaurante es 24/7: basta abrir la puerta para sentir que se está literalmente en la cocina. El desayuno es muy feo: el café es feo, las medialunas ni hablar (no pudimos descifrar si son del día anterior o son feas sin más), la fruta de lata cortada de un día para el otro (aunque lo desmientan, el gusto no engaña) y la fresca otro tanto. El último día intenté comer una pera que no pude pelar de lo dura. En cuanto al restaurant, comimos un sólo día. Los platos bien, nada del otro mundo. Al pagar fue violenta la insistencia de la moza para ver si cargaba la propina en la tarjeta. Siempre acostumbramos a dejar el efectivo, así que decirle que no implicó que insistiera 2 veces más...no nos pasó en otro lado. Obviamente no fuimos más. Cruzando la calle, en La Alpina, se come mejor y las mozas son impecables. En conclusión, no siempre lo que se ve en instagram o cualquier otro medio es cierto. Este lugar fue engañoso para nosotros. Y ni siquiera puede decirse que por el precio es lo justo, porque hay lugares infinitamente mejores por la misma plata. Están orgullosos de su antigüedad y permanencia, pero seguro hay cosas que desde el inicio no se modificaron. Se nota: los emparches y la precariedad de las "renovaciones" están presentes en todas las instalaciones. Detalle: no tiene aire acondicionado, ni ventilador de techo. Si en verano les toca la habitación 8 es muy probable que mueran deshidratados....

Hotel limpio y comodo con muy buena atencion de parte del personal. Desayuno agradable simple pero rico y variado. Lo negativo que al lado estan construyendo un edificio y se escucha el ruido generado por los trabajos especialmente a la mañana, empiezan a trabajar muy temprano