El hotel no está mal, sí es verdad que la sensación general es de baja calidad. La comida no es gran cosa pero no estaba mal, sobre todo el salmorejo (todos los días había), el kids club la niña no quería volver, habitaciones viejas y poco insonorizadas, y la ubicación te da un poco de inseguridad porque era de fácil acceso desde el exterior. Eso sí, al lado de la playa, aunque por la zona poco se podía hacer. Piscina bien, aunque pequeña la principal pero con una infantil, y pocas hamacas para el número de habitaciones, y animación nocturna, al lado de la piscina en un rincón que había unas 20 sillas, los demás de pie. Cócteles caros y malos, bebidas en general caras al ir en pensión completa. Incluso a buen precio, no volveremos. En términos generales no cumplió nuestras expectativas.
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