Las Casucas de Ason

Estuvimos 4 parejas alojados en la casa grande y estuvimos de maravilla, dispone de todo lo necesario para hacer vida allí. El lugar es maravilloso, un pequeño pueblo reconstruido en un valle, donde se escucha el murmullo del rio y los pájaros cantar, rodeado de vacas y algun que otro caballo. Lo lleva un matrimonio de Ason, muy amables y profesionales que nos deleitaron con platos exquisitos, en su restaurante Coventosa, Margari la propietaria es fantástica, buena persona e incansable.

Estuvimos en la casa Irene Iz., Muy bonita, al lado del río (se duerme con el rumor del agua) y rodeada de un paisaje precioso. Pero hay cosas que estropean la estancia: menaje escaso , la televisión no funcionaba (lo dijimos el primer día, estuvimos 8 y nos vinimos sin que funcionara), en la ducha de uno de los baños no hay cortinas, con lo que duch**** supone recoger el agua del suelo después; los colchones estaban bien menos el de la cama de matrimonio que era un rompeespaldas, se clavan los muelles. Las habitaciones estaban aparentemente limpias pero se nos cayó una pila debajo de la cama y cuando enchufamos la linterna del móvil.... había de todo. En los balcones, las telarañas de las vigas de madera se unían con las cuerdas para tender, y tuvimos que comprar un escurridor de platos porque el que había estaba asqueroso. A la cocina le vendría bien una limpieza a fondo

Hemos pasado el fin de semana aquí, una casa de cuento. Muy limpia la casa y al lado del rio en plena naturaleza. La señora que nos ha atendido encantadora , muy muy amable, y muy atenta. Nos han tratado de facilitar todo lo que han podido las cosas. Recomendable 100%.

el paraje es idílico. para visitar el valle e interior de Cantabria es perfecto. Cuevas muy cerca, el nacimiento del río Asón una maravilla de ruta que comienza justo en las Casucas. Son ideales tanto por fuera como por dentro. Muy rústico todo y bien cuidado. Lo necesario para unos días y disfrutar del campo y la naturaleza.