Balneario de Fitero - Hotel Becquer

El balneario está bien pero estoy muy decepcionada con el trato a mi mascota .Se admiten mascotas con un precio de 9 euros al día y no tienen derecho a nada .Ningún detalle en la habitación y no puedes estar en ninguna zona común eres como un apestado.

Lugar, apacible, tranquilo, para desconectar. Estuvimos en el balneario baños de Fitero con mi marido y he de resaltar la amabilidad del personal tanto camareras de piso como servicio de comedor y recepción. La comida estaba muy bien Las habitaciones , necesitan ya un poquito de reforma, los colchones, las almohadas es un poco antiguo Los tratamientos que hice también estuvieron bien .

Servicio en admin. mejorable. Habitaciones, algunas reformadas y otras totalmente obsoletas, limpieza escasa en general, comidas muy mejorables, ttos. Buenos con algún miembro del personal poco empático, piscina exterior inmejorable ( la única pega, estar fuera del recinto del hotel y tener que cruzar una carretera), el descanso en las habitaciones cercanas al área de ttos se hace difícil, animación enfocada a personas mayores. No repetiré pq cada año baja la calidad en general

Las instalaciones anticuadas, el sistema de calefacción por aire no es nada confortable, el suelo muy frío. El baño reformado y nuy grande. Nuestra habitación tenía una terraza con bonitas vistas. Micho ruido en la habitación no están insonorizadas. Carecen de cartel de no molestar y a las 9 de la mañana el personal de limpieza mete la lleva y entra para hacer la habitación. Las actividades y animación muy orientado a personas mayores. El personal muy amable. El desayuno correcto. Los tratamiento muy buenos y el acceso libre a la piscina termal exterior es una maravilla. También hay rutas de senderismo desde el balneario. Para una desconexion de 2 o 3 días muy bien.

Hemos ido de escapada un finde, pareja joven. Sabíamos que estaba enfocado a la gente mayor, pero pensábamos que las instalaciones estarían mejor cuidadas. La habitación muy vieja (nos dieron en planta baja), si apagas el aire caliente se enfría en nada, y si lo dejas toda la noche te cueces. La limpieza regular. En la reserva especificamos que queríamos dos camas y nos pusieron una de 135. Las almohadas como el papel de finas. La tv mal posicionada y pequeña para verla desde la cama. Nos dió rabia ver que en las plantas superiores las habitaciones estaban reformadas y se veían muchísimo más confortables. Todo el tema de circuitos, tratamientos, saunas, masajes, merecen la pena, la piscina exterior lo mejor y puedes pasar todo el tiempo que quieras, por suerte el personal de todo el hotel es muy atento y siempre dispuesto a resolver cualquier duda. El bufete en general muy pobre y de calidad baja, el primer día cenamos bien pero el segundo muy muy mal, los postres siempre los mismos. Estaría muy bien que intentasen poner ciertas fechas tanto en verano como en otoño enfocadas a gente joven, y dejar otras temporadas para los jubilados. Y también por supuesto que reformasen las habitaciones que aún van con llave y algunas zonas comunes. En general hoy por hoy no volvería puesto que existen otras opciones más asequibles y pensadas para gente joven.

Da la impresión de un servicio en decadencia. En la cafetería, para la comida, ni un mantel de papel, y la zona es de mucha gente cuando coinciden comidas en cafetería y los cafés de los que han comido de buffet, que genera muchísimo ruido, vocerío, gritos.... En el desayuno tampoco hay mantel, los zumos malos, muy malos, el café tampoco está a la altura de lo que hemos pagado por noche. La habitación pasa lo mismo, está bien si el precio hubiera sido inferior. Las toallas son de las que no secan bien, sin embargo los albornoces sí están bien.... Se salva el personal que en todo momento ha sido correcto y atento.

El balneario me ha gustado, nosotros atamos en el Palafox, y la verdad que muy buena atención. Siempre dispuestos ayudarnos, Sonia la encargada de comedor se preocupa en todo momento, y el personal de los tratamientos muy agradables. La comida bien . Hay variedad.

He venido durante tres años consecutivos y en el actual, me encuentro bastante decepcionada. El colchón está hundido en el centro y cuesta encontrar la postura idónea para dormir. La limpieza de las habitaciones deja bastante que desear, sobre todo el suelo del cuarto de baño, en el cual hay siempre pelos a pesar de entrar en la habitación nada más limpiarla. La terraza ni la tocan. He venido para 5 días y cuál es mi sorpresa que hoy día tercero pido que me cambien de albornoz porque el que me dieron el primer día estaba rozado y con olor a humedad. En recepción me indican que para cambiarmelo tengo que pagar 5€. Mi sorpresa es total ¿ no se trata de ropa de habitación que hay que cambiarla habitualmente, como las toallas y las sábanas si estan sucias? Vengo particularmente y los 5 días con todos los tratamientos que he contratado, me sale por un dinero y no tengo derecho a la sustitución de un albornoz que lleva 3 días usados y mojado la mayor parte del tiempo Inaceptable!! No sé si volveré aquí o buscaré otras posibilidades, que son duda las hay más limpias y aseadas. Asimismo no entiendo que las mesas del restaurante no tengan un simple mantel de papel. Me parece de una cutrez total