Palacio de Orisoain

Es una casa rural con servicios de hotel localizada en un enclave privilegiado en el camino a Pamplona. La casa es un valor en sí misma gracias al trabajo de restauración paciente y documentado de sus propietarios, Jesús y Encarna. Las habitaciones son las que cabe esperar de una casa de armería con ocho siglos de historia: cómodas, espaciosas, únicas, pero no esperéis un estándar de hotel urbano, ni falta que les hace. Junto al palacio se encuentra la ermita de San Martín de Tours, una preciosa iglesia tardorománica con un secreto muy bien guardado que -si sois curiosos y no vais confundidos sobre la naturaleza del lugar- Jesús os hará descubrir a pequeños sorbos. La ubicación es ideal por su tranquilidad, vistas, buen hacer de sus anfitriones y, para los que, como nosotros, paséis algunos días por la zona media de Navarra, utilizándola como base para excursiones, bien para visitar el innumerable patrimonio románico, bien para disfrutar de sus tesoros naturales o gastronómicos. Ojo, que Orísoain es una aldea pequeña, por si lo que buscáis es un hotel en una ciudad y vais confundidos al respecto. Podréis desayunar y cenar en el Palacio de Orísoain, pero recordad que no se trata de un restaurante. La carta es limitada, aunque la presentación y los ingredientes son de calidad contrastada y de proximidad. Si hay muchos huéspedes, el servicio puede hacerse esperar, pero eso puede aprovech**** para perderse por las estancias del Palacio llenas de curiosidades, libros y artefactos de todo tipo. En definitiva, la elección es cien por cien recomendable. Para repetir sin dudarlo.

Por ubicación, entorno, habitaciones en lo referente a equitación, cama y baño. Nada defrauda. Disponer de restauración muy digna, mejora mas y si charlas con Jesús visitando la ermita, vuelves seguro

Tienen que mejorar aspectos como la limpieza y el mantenimiento. El colchón, parai gusto es demasiado delgado. El desayuno es algo caro para lo que ofrece. Por otro lado, el dueño Jesús, intenta subsanar los errores y se preocupa por mejorar.

Me encanto la idea de hospedarme en un palacio mediaval con un toque moderno. El personal super amable y calido, la comida muy rica y todos los espacios limpios y comodos!

Muy buena atención por parte del personal Muy tranquilo para descansar y desconectar

Dormí genial, pero había mucho polvo y yo tengo alergia y para el desayuno sólo teníamos medio tomate para las tostadas. Tuvimos que dejar el hotel 1 día antes x el mal tiempo y nos cobraron el día igualmente.

Es la segunda vez que voy al Palacio de Orisoain, me encanta este establecimiento. El dueño Jesús te ayuda con tu ruta de visita a Navarra, sabed que es especialista en románico, así que os dará muy buenas indicaciones al respecto. El lugar es estupendo, decoración rural habitaciones muy bonitas, paisaje estupendo, lugar muy tranquilo y acogedor. Me encanta.